viernes, 23 de enero de 2009

Blog El Universal

Desde hace un par de semanas se me abrió un espacio en El Universal de México para poder escribir sobre desarrollo profesional, hasta el momento y seguramente en adelante ha sido una experiencia muy interesante y enriquecedora poder plasmar en texto las experiencias que me han tocado vivir, las decisiones que he tomado y los resultados (buenos y malos) que me han dado.

Aquí les dejo el primer post publicado el pasado 12 de Enero.

La regla de la vida dice: nacemos, crecemos, maduramos, envejecemos y morimos. Parece ser que todo lo que pasa en nuestra vida está enmarcado por éste ciclo natural y nuestro desarrollo profesional no queda afuera.

El problema empieza cuando nos estancamos en alguna fase de éste, porque siempre pequeñas o grandes, tenemos expectativas. Así como un accidente puede truncar nuestra vida personal y quedar varada, tal vez, en nuestra adolescencia, también accidentes o malas decisiones pueden detener nuestro desarrollo profesional. Al igual que por problemas culturales o de nuestro entorno no llegamos a madurar como personas, también por problemas parecidos podemos quedarnos en la adolescencia profesional.

Cada región puede tener diferentes matices, pero la línea de tiempo que se considera apropiada para nuestro sano desarrollo profesional se puede graficar así:

Los objetivos ligados a cada etapa están directamente relacionados con nuestros valores, los valores están directamente relacionados a nuestra cultura y la cultura a la sociedad. Por lo tanto, esta última siempre esperará de nosotros, como en tantas otras cosas, cumplir las expectativas y seremos premiados o castigados profesional y personalmente.

En nuestra cultura, la principal barrera al desarrollo profesional es justo la falta de objetivos en la vida; se puede contar con los dedos el porcentaje de personas que se plantean objetivos claros para cada etapa de su vida. La sociedad nos dice: estudia la Universidad, cásate, ten hijos, cómprate una casa, jubílate y muere; erróneamente creemos que estos deben ser nuestros objetivos, estos son, sin duda, los de la sociedad, pero ¿cuándo nos planteamos los propios fuera de esta visión? ¿Qué pasa cuando debido a la falta de objetivos propios no alcanzamos siquiera los de la sociedad? Nos frustramos. ¿Por qué no me puedo retirar a los 38 y en vez de comprar una casa con lo que ahorré me dedico a viajar y a disfrutar de la vida? ¿Se puede? Claro que se puede, depende de tus objetivos y de los planes para alcanzarlos. Pero eso sí, tus planes deben tener una clara guía sobre tu desarrollo profesional, una hoja de ruta que te permita alcanzarlos.

Esto es lo que buscaremos en el blog: desmenuzar cada una de las circunstancias que atoran nuestro desarrollo profesional, empezando por lo que está en nuestra cabeza, en nuestras manos y por supuesto analizando el entorno: los jefes, los colaboradores, recursos humanos, la empresa, la familia, la cultura y la sociedad.

También analizaremos lo que se denomina GAP (Generación de Alternativas Profesionales) que nos permite dar saltos cuánticos, alcanzar objetivos y cerrar etapas antes de lo que "La Línea" marca como "común".

Todo lo que muy probablemente nunca te dirán tus jefes, RRHH, ni las evaluaciones vocacionales.

Un nuevo año va comenzando y seguro ya hiciste tus propósitos para este 2009 que muy probablemente no llegarás a cumplir, te invito a que en vez de propósitos te plantees objetivos y traces un plan para alcanzarlos.

¿Ya te planteaste los objetivos para cada etapa de tu vida?


Etiquetas: ,

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal